Por el momento, su único interés es mantenernos despiertos las 24 horas del día. Pero llegará un día en el que necesite aprender algo sobre finanzas. Y estos son mis consejos para ese día.
1. Podrás pensar que quieres un coche caro, un reloj de lujo y una casa enorme. Pero te diré que no. Lo que quieres es el respeto y la admiración de otras personas. Crees que teniendo todas esas cosas caras lo conseguirás. Pero casi nunca es así, especialmente de aquellas personas que quieres que te respeten y admiren. Cuando ves a alguien conduciendo un coche estupendo, probablemente no pienses: “Vaya, qué persona más guay.” En vez de eso, seguro que piensas: “Vaya, si tuviera un coche como ese la gente pensaría que soy guay.” ¿Captas la ironía? A nadie le interesa la persona que conduce el coche. Diviértete; compra algunas cosas bonitas. Pero ten en cuenta que lo que realmente buscamo buscan realmente es el respeto y que este se gana con humildad más que con vanidad.
2. Es normal suponer que todos los éxitos y fracasos económicos se los va ganando uno en la vida. En la mayoría de los casos es así, pero solo hasta cierto punto, y ese punto es mucho más insignificante de lo que muchos piensan. La vida es un reflejo de las experiencias que se han tenido y de las personas que se han conocido por suerte, accidente o azar. Algunas personas nacen en familias que fomentan la educación; otras, están en contra de ella. Algunas nacen en economías florecientes alentadoras de un espíritu empresarial; otras nacen en la guerra y en la miseria. Quiero que tengas éxito y quiero que te lo ganes. Pero ten en cuenta que no todo el éxito es recompensa de un trabajo duro y que no toda la pobreza se debe a la pereza. Ten esto siempre presente al juzgar a las personas, incluyéndote a ti mismo.
3. Esto te puede sonar duro, pero espero que seas pobre en algún momento de tu vida. Claro que no quiero que seas infeliz. Pero no hay mejor manera de aprender el valor del dinero que cuando sientes su escasez. Te enseña la diferencia entre lo realmente necesario y lo meramente deseable. Todo esto te obligará a que tengas que ceñirte a un presupuesto. Aprenderás a disfrutar de lo que tienes, a arreglar las cosas rotas y a comprar en rebajas. Éstas son habilidades esenciales de supervivencia. Aprende a ser pobre con dignidad y podrás afrontar mejor todos los inevitables altibajos económicos de la vida.
4. Si eres como la mayoría de la gente, te pasarás la mayor parte de tu vida adulta pensando: “Cuando haya ahorrado/ganado X, todo será estupendo.” Cuando tengas esos X, cambiarán las reglas del juego y volverás al principio. Es la pescadilla que se muerde la cola. Guarda el dinero y esfuérzate por salir adelante. Pero ten en cuenta que la capacidad de adaptarte a las nuevas circunstancias es mucho más potente de lo que piensas y tus objetivos no deben basarse únicamente en el dinero.
5. No te quedes en un trabajo que odias, ya que elegiste esa carrera cuando tenías 18 años. Casi nadie a esa edad sabe a qué quiere dedicarse. Muchos no saben lo que quieren hacer hasta que no doblan esa edad.
6. Cambia de opinión cuando lo necesites. Hay bastante gente joven que cree tener un máster en inversión. Nunca es así. La confianza aumenta más rápido que la capacidad, especialmente en los jóvenes. Aprende la técnica de cambiar de opinión, desechando las viejas creencias y reemplazándolas por las nuevas verdades. Es difícil, pero necesario. No te sientas mal por ello. La capacidad de cambiar de opinión cuando te has equivocado es signo de inteligencia.
7. En lo que mejor puedes invertir tu dinero es en el control de tu tiempo. Te da opciones y te libera para no depender de las prioridades de otras personas. Un día te darás cuenta de que esa libertad es una de las cosas que realmente te hacen más feliz.
8. El camino hacia el lamento económico está pavimentado de deudas. Y de vendedores a comisión. Pero sobre todo de deudas. Es sorprendente el porcentaje de problemas económicos causados por los préstamos. La deuda es una concesión al futuro, que nunca vas a alcanzar, a fin de ganar hoy algo a lo que te acostumbrarás rápidamente. Es probable que destines parte de esa deuda a una hipoteca. Me parece bien. Pero ten cuidado. La mayoría de las deudas equivalen al efecto que producen las drogas: rápido y placentero (y caro) que se desvanece, solo para atarte los próximos años y limitar tus opciones cuando estés agobiado por el bagaje de tu pasado.
9. Tus ahorros poco tienen que ver con lo que ganas, pero mucho que ver con lo que gastas. Conozco a un dentista que vive al día entre factura y factura, siempre al borde de la ruina económica. Conozco a otro que nunca ha ganado más de 50.000 dólares y atesora una fortuna. La diferencia se debe exclusivamente al gasto. Lo mucho que haces, no determina cuánto tienes. Y la cantidad que tienes no determina la que necesitas. No te conviertas en un avaro. Aprender a vivir con menos es la forma más fácil y eficiente de obtener el control de tu futuro económico.
10. No me escuches si no estás de acuerdo con lo que he escrito. No todo el mundo piensa igual. El mundo en el que crecerás tendrá unas oportunidades y valores distintos a aquel en el que yo crecí. Y más imporante, aprenderás más cuando no estés de acuerdo con alguien y te veas obligado a aprender por ti mismo. (Pero por otra parte, escucha siempre a tu madre.) Ahora, por favor, déjame dormir.