¡POR SER BUENA LADRONA!
Problema: Unos grandes almacenes holandeses habían sufrido innumerables pequeños robos, pero las amenazas no tenían efecto.
¿Cómo no se me ocurrió? La tienda optó por una alternativa: el bochorno público. El gerente contrató una banda, compró flores y preparó carteles para celebrar la llegada del “Ladrón número 10.000”. Luego, cuando el personal de seguridad divisó a una mujer en el sistema de cámaras de la tienda robando unas prendas, los empleados se acercaron a ella, y muy alegremente la felicitaron por su habilidad para apropiarse de lo ajeno. La mujer, avergonzada, se quitó el sombrero de fiesta, cogió un trozo de tarta para el “Ladrón número 10.000” y escapó, con la banda de música persiguiéndola.
A PESCAR ... A LA CALLE
Problema: Los empleados de una empresa de gas que trabajaban en una calle de Detroit cavaron un pozo de 1,2 metros de ancho, 4,5 de largo y varios de profundidad y luego, de manera inexplicable, se fueron. Una tubería rota cercana inundó el agujero rápidamente. Durante tres años, los vecinos pidieron ayuda al ayuntamiento, pero sin éxito.
¿Cómo no se me ocurrió? Los vecinos convirtieron el cráter urbano en un estanque con carpas, percas y hasta peces dorados. Un vecino comentó a fox2detroit. com: “¿Por qué no hacer algo positivo a partir de lo negativo?”. Y gracias a la publicidad, según el Detroit Free Press, la avería fue reparada, el agujero rellenado y los peces reubicados en una bañera mientras ponían a punto su nuevo hogar en la fuente de un parque comunitario.
TE ESPERO FUERA DE LAS REDES
Problema: Si descubres que tu querido hijo adolescente, ese niño que acunabas para dormir y cuyos mofletes querías besar todo el tiempo, ha practicado trolling o provocación online, ¿qué haces: A) le explicas por qué ese comportamiento no corresponde, B) le quitas todos los dispositivos electrónicos, o…
¿Cómo no se me ocurrió? C) lo humillas frente a sus amigos. Esto es lo que una madre decidió hacer. Decidida a enseñar a su hijo una lección, entró en su cuenta de Facebook y publicó: “Hola, soy la madre de B----. Quería que supierais que no está autorizado a usar Facebook por su propia decisión. Ha publicado información personal irrespetuosa sobre alguien. Como eligió molestar a esa persona dando a conocer información personal, pensé que debía saber lo que se siente al probar su propia medicina. B mojó la cama hasta los 8 años”. Para hacerlo aún más difícil, algunos de sus amigos dieron a “me gusta” al post.
ATRACCIÓN VIAL
Problema: Las calles de Rusia son peligrosas, lo que se refleja en las más de 28.000 muertes anuales, a pesar de las iniciativas locales por controlar la velocidad.
¿Cómo no se me ocurrió? Pero es que nunca habían intentado contratar mujeres en topless a los lados de las calles. Estas “asistentes de la seguridad vial”, tal como las denominan eufemísticamente en la ciudad de Nizhni Novgorod, sujetan carteles de velocidad con la esperanza de que los conductores frenen para mirar con atención. Y, aunque parezca difícil de creer, se están dando por aludidos. “Es algo increíble”, dijo un entusiasta conductor masculino. “Me gustaría ver más de estos carteles en las calles”. Seguramente así será, tanto para conductores como para peatones, quienes dicen que los cruces son mucho más seguros ahora que los conductores se ven obligados a desacelerar.
IRONÍA PARA LA CAUSA
Problema: Todos los años, grupos neonazis desfilan por la ciudad alemana de Wunsiedel para celebrar el cumpleaños de Rudolf Hess, lugarteniente de Hitler, enterrado en esa ciudad antes de que sus restos fueran incinerados en 2011. Y todos los años, sus vecinos se sienten menos que contentos.
¿Cómo no se me ocurrió? El grupo antinazi Right against Right diseñó un plan para convertir secretamente la marcha de 2014 en un evento antinazi. Por cada metro que caminaban los skinheads, empresarios y vecinos locales donaban 10 euros a EXIT-Deutschland, organización dedicada a reformar neonazis. La noticia sobre la campaña ayudó a completar la marcha con gente que irónicamente animaban a los 250 nazis participantes con carteles que decían: “Si el Führer supiera”, informó vice.com. Al terminar el evento, el desfile había recaudado más de 12.500 dólares para EXIT-Deutschland. Un alemán publicó un tweet: “Así es como debemos combatir a los neonazis en lugar que de forma violenta”.
CÁMARAS DE BAJO COSTE
Problema: Para frenar la violencia en las prisiones locales, Laurie Smith, alguacil del Condado de Santa Clara, en California, quería instalar cámaras de seguridad. Pero las autoridades le notificaron que tardarían dos años y más de 20 millones de dólares en poner en marcha un proceso “que incluye pedir presupuestos, revisar documentación y evaluar los equipos de seguridad”, informó el Mercury News.
¿Cómo no se me ocurrió? Smith respondió yendo a comprar 12 cámaras de seguridad domésticas por 761,24 dólares, que pagó con su propia tarjeta de crédito. Las cámaras, que se instalaron en las cabinas de máxima seguridad de la prisión, “permitirán visualizar el salón de usos múltiples, el patio y cada una de las más de 50 puertas de las celdas”, anunció el Mercury News. “No puede haber demoras en estas cuestiones por temas burocráticos. Es inaceptable”, afirmó Smith, quien espera reemplazar las cámaras por las que compre el condado… cuando lleguen.
A CADA CUAL LO SUYO
Problema: En San Francisco, la costumbre de orinar en lugares públicos estaba dejando un hedor desagradable y desechos extremadamente ofensivos que costaban 2 millones de dólares al año a la ciudad en limpieza, según informó la emisora local.
¿Cómo no se me ocurrió? ¿Qué tal una mano de pintura para las zonas más problemáticas? Según el fabricante, un producto llamado Siempre Ultra Seco “repele agua, algunos aceites... y otros tipos de líquidos”. Esta última frase, “otros tipos de líquidos”, es la clave. Gracias a esta pintura, la orina rebota sobre las paredes… y vuelve al infractor. ¿Está funcionando? “Hasta el momento ha funcionado muy bien”, comentó Rachel Gordon, portavoz de Obras Públicas de San Francisco. Ya se está probando en el metro.