La “rocalla”, Fafe, Portugal
Los observadores hicieron caso omiso de las fotografías de esta perdida vivienda de piedra y cemento porque les parecían falsas cuando se publicaron por primera vez en Internet. Pero esta casa deshabitada y misteriosa está situada realmente en las montañas del norte de Portugal y ha aparecido en carteles locales que anuncian una maratón en bicicleta.
Casas en los árboles en Papúa Nueva Guinea
Korowai, al sureste de Papúa, solo tiene 3.000 habitantes que hasta 1970 desconocían supuestamente el mundo exterior. Aislados geográficamente en la jungla indonesia y famosos por los rumores sensacionalistas (y discutidos) de canibalismo, parecen ser también genios de la arquitectura. Construyen sus casas en lo alto de grandes higueras de Bengala para escapar a los peligros de los enjambres de mosquitos que vuelan bajo, así como de los depredadores enemigos de otros clanes. Algunas cuelgan incluso a 3,5 metros de altura entre el follaje de la jungla, y los habitantes acceden a ellas subiendo por postes de madera con muescas o (en las viviendas más sofisticadas) por desvencijadas escaleras. Bajo un solo techo, hecho obviamente de hojas, viven grupos de familias enteros, junto a animales de compañía.
Casas rodantes en Alemania
Estas viviendas, soñadas por estudiantes de la Universidad de Karlsruhe, se han comparado con las ruedas de los hámsters. Pero en vez de esta actividad poco fructífera intelectualmente de los pequeños roedores, al andar por el interior de estas estructuras cilíndricas descubrimos varias secciones como cocina, cama, mesa y cuarto de baño. Incluso el aseo gira, pero te alegrará saber que se ha dotado de una bisagra para que no pueda ponerse boca abajo.
La misteriosa casa Winchester, San José, California
Esta inmensa mansión victoriana es obra de una viuda muy supersticiosa. Después de perder a su hijo y a su marido tras una enfermedad en 1881, Sarah Winchester consultó a una espiritista, que le dijo que su mala suerte se debía a que había sido embrujada por los espíritus de los indios americanos que habían sido asesinados con las pistolas fabricadas por la empresa de armas de su familia. Le dijo que si construía una casa enorme para los fantasmas —una en la que nunca dejara de trabajar— los espíritus se apaciguarían. La multimillonaria compró una granja inacabada, y con la ayuda de sesiones espiritistas, fue añadiendo habitaciones. La extendió en dos hectáreas y media de terreno y construyó 160 habitaciones, 2.000 puertas, 10.000 ventanas, 47 escaleras, 47chimeneas, 13 cuartos de baño y seis cocinas. Para confundir a los espíritus, construyó rarezas arquitectónicas, como una escalera que no va a ninguna parte. Hoy es una atracción turística.
casa giRatoRia En Wingham, austRalia
Probablemente no pienses que la luz solar sea un problema en Australia, pero un señor tuvo el deseo de exprimir al máximo la luz. Luke Everingham soñaba con una casa que pudiera girar para aprovechar las luces y las sombras, pero pensó que sería demasiado caro. Sin embargo, después de que las termitas acabaran con su vieja granja en Nueva Gales del Sur, Everingham descubrió que la construcción de un edificio giratorio le costaría casi lo mismo que otro del mismo tamaño. Este octógono de acero y vidrio de 2,5 metros de diámetro y 50 toneladas de peso, (con porche alrededor de toda la casa) finalizó en 2006. Gira impulsado por un motor del tamaño del de una lavadora, lo que permite a su dueño situar su salón para observar la puesta de sol, por ejemplo. La casa es también a prueba de termitas.
la casa al Revés En sZYmbaRK, Polonia
¿Es imposible vivir en una casa donde el suelo es el techo y una ventana del tejado es la entrada principal? No, afirma el Centro Polaco de Educación y Promoción Regional: de hecho, así es como vivimos, con los ricos gastándose miles de millones y dejando que la vida cada vez valga menos en los países pobres. Para probarlo, el centro construyó una casa al revés, y la amuebló con sillas, mesas y televisiones invertidas. Los cimientos necesitaron 19,5 metros cúbicos de hormigón para mantener la estructura en su lugar.
antilla, bombaY, india
La casa más cara del mundo, valorada en unos 890 millones de euros, un moderno palacio de 27 plantas, es el máximo exponente de la opulencia desmesurada. Entre sus instalaciones se incluyen tres helipuertos, un spa, un teatro, un aparcamiento de 200 plazas, tres plantas de jardines colgantes, una biblioteca, una sala de yoga, un templo y, extrañamente, la mayor colección del mundo de máquinas de coser antiguas. Y eso sí, 600 personas de servicio. El complejo, situado en una parcela frente al mar en un exclusivo barrio de Bombay y conocido como “el nuevo Taj Mahal”, tiene vistas a uno de los peores suburbios de Asia. Los detractores han acusado a su propietario, Mukesh Ambani (presidente del gigante Reliance Industries de materiales y energía) de despreciar con arrogancia a los pobres. Pero si las críticas son demasiado duras siempre puede aislarse en la “habitación de nieve” de su casa, la última zona chill out, hecha de hielo, copos de nieve y ventisca artificial.