Es un superestrella de la canción con más de 220 millones de álbumes vendidos, cinco Grammys, espectáculo propio en Las Vegas, un imperio de restaurantes, un club de golf, una línea de perfumes y una fortuna estimada en 750 millones de dólares. Además, tiene una mansión impresionante en West Palm Beach (Florida). Allí es donde la canadiense francófila Céline Marie Claudette Dion recibe a Reader’s Digest con un café y unas pastas. Con 45 años y madre de tres hijos, tiene los pies sorprendentemente en la tierra a pesar del ambiente elegante de mármol, acero cromado, cristal, oro y parque acuático privado que nos rodea. No se esconde tras un ejército de superprotectores Relaciones Públicas y habla abiertamente de su pasión por las salchichas alemanas, los crepes austriacos y la educación de los niños.
Reader’s Digest:
Me han dicho que debería haber traído salchichas alemanas... Eran las Nuremberg las que te gustaban más, ¿no?.
Dion:
¡Me encantan todas! Ese es el problema (risas). Están tan buenas... Y los crepes también.
Esta vez no, desgraciadamente. ¿Es lo que más te gusta de viajar, la comida?
Casi. Lo más importante son las actuaciones y ver a las maravillosas personas que acuden a mis conciertos. Pero, por supuesto, también me encantan los recuerdos, ir de compras y sobre todo la comida. Cuando acabo el concierto me encanta comer. Entonces, los productores y todo el mundo dicen: “Tienes que ir a probar ese sitio y ese otro”. Y te enteras de qué va la comida.
¿Te gusta Berlín en particular?
Sí, me encanta. Incluso cuando vamos de vacaciones a Maldivas, en el Océano Índico, hacemos siempre una parada en Berlín. Es nuestro lugar favorito. Nos encanta el hotel al que vamos. Hay una especie de bistro justo al lado y es maravilloso. Así que siempre pasamos allí una noche. Nos quedamos durante el día y después otras nueve o diez horas en avión hasta Maldivas. Cuando volvemos de vacaciones, también paramos en Berlín.
¿Por qué has tardado seis años en darle continuidad a tu último álbum en inglés?
No me digas que me has echado mucho de menos. Realmente no he parado. En ese período he tenido dos hijos y actúo todas las noches en el Coliseo de Las Vegas.
¿No echas de menos viajar?
Viajar es fantástico, porque ves mundo. Pero el jetlag, el cambio de estaciones y las alergias que dicho cambio desencadena no siempre son fáciles para un cantante. Cuando tienes hijos, viajar es muy duro. Vives en hoteles. Ahora puedo estar en casa y criar a los niños allí. La estabilidad es muy importante para los niños.
¿Así que en este momento todo gira en torno a la familia?
Exacto. Es mi prioridad absoluta.
Estas en plena mudanza a Las Vegas. ¿Es un buen lugar para educar a los hijos? ¿Rodeados de casinos y con muchos problemas de droga y delincuencia?
Seguramente estaré de vuelta en casa cuando toque escolarizarlos. Así lo estamos haciendo con el mayor. Ha sido muy estresante. El motivo por el que van al colegio no es porque tengan que abrir los libros, hacer exámenes y deberes de una forma académica. Más bien se trata de que puedan socializar. Empezar un proyecto y terminarlo junto al grupo, sentir que formas parte del equipo.
¿Es fácil tener a Céline Dion de madre?
Deberías preguntarle a él. Me imagino que podría ser mucho peor.
Te criaste en una familia de 14 hermanos. ¿Tienes planeado tener más hijos?
[Risas] Me gustan las familias grandes, simplemente porque me he criado en una. Pero no quiero tener tantos hijos. Pienso en mi pobre marido. Probablemente acabaría con él.