Margaret Keresteci debía haberlo sabido, ya que había trabajado para el Instituto Canadiense de Información sobre Salud, donde recopilaba datos de lesiones. Esta vecina de Toronto era muy consciente de los múltiples percances que suceden durante las vacaciones.
Sin embargo, una noche de invierno estaba tan impaciente por colocar las luces navideñas exteriores que sacó una escalera, se subió hasta el último peldaño y… se inclinó demasiado hacia un lado.
Cuando se quiso dar cuenta, estaba en el suelo con las dos muñecas rotas y un corte en la cabeza. Su marido y sus hijos no estaban en casa, por lo que con un dolor atroz, fue a casa de sus vecinos y pidió ayuda golpeando la puerta con el codo.
Debido a la caída, Keresteci se lesionó permanentemente una muñeca. Su accidente puede describirse como la amalgama perfecta de los peligros navideños: decoraciones complejas, alto nivel de estrés, una agenda atiborrada. No es de extrañar que, en general, haya más caídas de escaleras, más incendios accidentales y más intoxicaciones alimentarias justo antes y durante la temporada navideña que en cualquier otra época del año.
Pero la mayoría de estos accidentes pueden evitarse. A continuación, ofrecemos una guía de las señales de peligro en navidaes y cómo impedirlas.
En lo más alto
El Dr. Louis Francescutti, médico de urgencias canadiense en el Hospital Royal Alexandra en Edmonton y profesor e investigador de lesiones en la Universidad de Alberta, dice que trata traumatismos como los de esta mujer todos los años.
“Por lo general, el que está de turno en Navidades tiene alguna historia que contar,” comenta.
Más de 1.000 personas cada año acuden a urgencias con lesiones y fracturas por las caídas al intentar poner los adornos de Navidad en casa, según un decálogo para la Navidad creado por el quiropráctico Ata Pouramini.
Consejo: Si usas una escalera fuera, hazlo mientras sea de día y retira la nieve o hielo que pudiera haber antes de colocarla. Sigue las normas de esta guía de prácticas seguras de la Asociación de Salud y Seguridad Infraestructural: nunca te quedes en un peldaño más alto que el cuarto desde el tope y no subas y bajes mientras cargas cosas. Coloca mejor las luces y otros objetos en un recipiente y súbelo y bájalo con una cuerda mientras mantienes un contacto de tres puntos con la escalera: una mano y ambos pies, o ambas manos y un pie. Además, asegúrate que alguien te ayude.
Problemas Cardiacos
El riesgo de un infarto sube al máximo durante la temporada navideña. Parte del problema es que algunos síntomas cardiacos son parecidos a los de indigestión (otro riesgo de la temporada) y mucha gente prefiere achacar el malestar a la gula que interrumpir una fiesta para ir a emergencias.
“Si has vivido la vida sin indigestiones y de pronto empiezas a sufrir una, deberías considerar que podría ser tu corazón,” advierte la Dra. Beth Abramson, cardióloga canadiense y portavoz de la Fundación de Infartos y Derrames de Canadá.
Y el clima tampoco ayuda. Las bajas temperaturas pueden ser mortales sobre todo si toca quitar nieve. La sangre puede fluir más despacio al corazón ya que el frío constriñe los vasos sanguíneos, mientras que con el ejercicio el corazón necesita más sangre y oxígeno. Por lo tanto, podría disminuir el suministro de sangre al corazón justamente cuando más se necesita… la fórmula perfecta para un infarto.
“Cuando quitas nieve o haces algo en el exterior e inhalas aire frío, sobre todo si tienes exceso de peso y estás en mal estado físico o tienes algún riesgo de cardiopatía, te estás exponiendo,” explica Abramson.
El alcohol constituye otro riesgo cardiaco. “Beber demasiado en poco tiempo podría provocar el síndrome del corazón enfiestado, un ritmo cardiaco rápido e irregular conocido como fibrilación auricular.”
Consejo: Ni los médicos pueden estar seguros, a simple vista, de que alguien está sufriendo un infarto. Aunque la presión en el pecho es el síntoma más común, un ataque al corazón no tiene por qué tener el drama de las películas de Hollywood.
“Se debe tomar muy en serio cualquier malestar repentino en el pecho, cuello, garganta, mandíbula o brazo; falta de aire o náuseas repentinas,” advierte Abramson. Una historia familiar de problemas cardiacos, tensión alta, colesterol, fumar, diabetes y sobrepeso aumentan el riesgo.
“Hay pruebas rápidas y sencillas que se realizan en una sala de urgencias para confirmar si se está sufriendo un infarto,” dice Abramson. Ante la duda, no te la juegues y ve directo al hospital.
Fuego
Claro que los árboles de Navidad son un riesgo de incendio, pero la principal causa de fuegos domésticos —y con mucho— es la cocina. El 20% de los incendios en el hogar en España comienzan en la cocina, según un estudio elaborado por el portal Eurostat, de la CE. ¿Otra culpable? Todos los años muere gente porque se les olvidó apagar las velas. Según el decálogo navideño, tienes un 50% de posibilidad de morir en una casa incendiada durante las Navidades que cualquier otro momento del año.
Consejo: Nunca dejes algo al fuego de la cocina sin supervisión y no dejes velas encendidas en una habitación vacía. Si pones velas, mantenlas lejos del árbol y otros materiales inflamables, como el papel de regalo.
Asegúrate de que las luces navideñas sean reglamentarias y autorizadas y descarta los juegos que tengan casquillos rotos o cables dañados.
Estrés
Las expectativas son muy altas durante las navidades. Hay reuniones a las que hay que ir, regalos que comprar, comida que preparar, decoraciones por poner, invitaciones a casa… y todo exige esperar en fila, gastar dinero y apretar aún más una agenda repleta. Un estudio efectuado por la Asociación Estadounidense de Psicología indicó que el estrés aumenta en un 38 por ciento en las personas durante las Navidades. ¡No eres solo tú!
Consejo: Simplifica. No aceptes todas las invitaciones ni trates de ver a todo el mundo durante la Navidad. No intentes deslumbrar a los demás con grandes cenas, decoraciones increíbles y regalos caros. La Navidad no debería ser una competición.
¿Otra idea útil? Haz las compras pronto. Lleva una lista actualizada en tu cartera o teléfono de las personas a las que vas comprar regalo. De esa forma, puedes aprovechar las ofertas todo el año y evitar la angustia de gastar demasiado.
Resacas
Llegaste, viste y bebiste. Si normalmente no bebes, tu organismo va a sufrir el impacto de una dolorosa resaca.
Consejo: Las fiestas y el alcohol parecen ir de la mano. Catherine Hardman, directora ejecutiva de Alternativas para Cambiar, un centro canadiense de orientación para el alcohol, las drogas y el juego, aconseja:
— Alterna entre bebidas alcohólicas y no alcohólicas.
— Olvídate de aquello de un trago por hora para evitar la resaca. A pesar de que es una buena forma de controlar lo que bebes, no es fiable, ya que cada persona metaboliza de una manera el alcohol. El Ministerio de Sanidad español establece el límite máximo de consumo ocasional en cuatro unidades de bebida estándar por ocasión en mujeres, y seis en hombres (la unidad de bebida estándar corresponde a 10 gramos de alcohol: una copa de vino o caña).
— Ofrécete como conductor. “Tienes la excusa perfecta,” dice Hardman, “y la gente lo respeta.” Además, podrás recordar las fiestas por mejores razones.”
Cenas Peligrosas
Hay que tener mucho cuidado con las mariscadas, ya que el marisco absorbe la contaminación del mar, incluidas bacterias como la salmonela o algunos virus. Además, las ostras crudas pueden llevar bacterias que pueden causar graves intoxicaciones. Además, los atracones de comida pueden cuadruplicar la posibilidad de un infarto solo dos horas después de haber comido.
El médico canadiense Louis Francescutti está familiarizado con las desgracias festivas por la comida. “Una familia completa llegó con intoxicación alimentaria,” cuenta. “Todos necesitaron suero y rehidratación.”
Consejo: Según el decálogo para sobrevivir a la Navidad de Ata Pouramini, algunas medidas para evitar atracones serían beber medio litro de agua media hora antes de las comidas, comer más despacio o empezar con una sopa o ensalada, algo ligero pero que ya llena el estómago e impide comer después demasiado.
Percances con los envoltorios
Todas las Navidades, el Dr. Francescutti atiende a pacientes que necesitan puntos en las manos o dedos porque han perdido una feroz batalla contra los embalajes de plástico duro, termoformado, que envuelven los juguetes o productos que quieren abrir rápido y de forma ansiosa.
“Generalmente son los padres los que tratan de abrir los envoltorios por sus hijos… muy a la ligera en ocasiones,” advierte. Son los más propensos a coger instrumentos poco aptos para ello, como navajas o cuter, para perforar las cajas, provocando una fea herida cuando el plástico contraataca.
Consejo: El Dr. Francescutti recomienda que un adulto coloque el artículo sobre un mostrador y pase cuidadosamente un cuchillo afilado alrededor del paquete. No tires el plástico con los bordes cortantes al cubo de basura ya que te puedes cortar al ir a tirarla luego. Revisa mejor si puede reciclarse y sácalo al cubo de basura directamente.